La energía solar cada vez está más extendida. El encarecimiento de los combustibles fósiles, por un lado, y la necesidad de preservar el medio ambiente, por otro, convierten a las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo en una excelente alternativa para generar electricidad en nuestros hogares. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la capacidad solar aumentó de 40 GW a 580 GW en todo el mundo entre 2010 y 2019. En ese mismo periodo de tiempo, el precio de las placas solares cayó en torno a un 90 %.
En un futuro no muy lejano, nuestras sociedades se verán ante un nuevo reto: la necesidad de reciclar grandes cantidades de paneles solares cuando éstos lleguen al final de su vida útil. Estamos ante una tecnología cuya adopción masiva ha comenzado hace relativamente poco. A esto, hay que sumar que los paneles pueden llegar a funcionar hasta 40-50 años. IRENA calcula que en 2050 generaremos alrededor de 6 millones de toneladas métricas al año de desechos electrónicos solares. También en ese año, 78 millones de toneladas métricas de placas solares habrán dejado de funcionar.
Las leyes europeas establecen que el reciclaje de los paneles solares al final de su vida útil es obligación de los fabricantes y no de los clientes que contrataron una instalación fotovoltaica de autoconsumo. Por tanto, son los fabricantes quienes deben responsabilizarse de enviar las placas solares a una instalación de reciclaje para que sus componentes se separen, clasifiquen y reutilicen para fabricar nuevas placas solares y otros productos.
El reciclaje de placas solares
Los paneles solares se pueden someter a un proceso de reciclaje cuando termina su vida útil con el fin de aprovechar sus componentes. La principal dificultad a la que se enfrenta actualmente la industria, que se encuentra en una fase inicial de desarrollo, es que los paneles solares están fabricados a partir de muchas partes distintas que se usan juntas en un solo producto: células solares de silicio, vidrio, alambre, plexiglás, etc.
Un panel solar es una especie de sándwich electrónico. En el centro, una delgada capa de células de silicio cristalino constituye el relleno. Por fuera, láminas de polímeros y vidrio aíslan y protegen el interior. Todo se mantiene unido gracias a un marco de aluminio. En la parte de detrás, la electricidad generada se canaliza a través del cableado que contiene una caja de conexiones.
Técnicamente hablando, todos los materiales de los paneles solares se pueden reciclar con el proceso correcto. Pero aislar todos esos materiales y reciclarlos cada uno de forma separada resulta un proceso complejo y costoso a día de hoy. Por eso, puede haber grandes diferencias en los procesos de un lugar a otro en función de la tecnología usada.
En un ejemplo estándar, el primer paso en el proceso de reciclaje es el desmontaje de las piezas de aluminio y vidrio de los paneles fotovoltaicos. Las partes metálicas externas se emplean para fabricar nuevos marcos. También es reusable el 95% del vidrio separado. El resto de los materiales se someten a un tratamiento térmico a 500 °C. Como consecuencia del calor extremo aplicado, el plástico del panel se evapora y queda el silicio de las células solares. El 80% de estas células se pueden reutilizar fácilmente, mientras que el resto se refina aún más.
A medida que la adopción de la tecnología solar siga popularizándose, los procesos de reciclaje mejorarán su eficiencia y asumirán un papel cada vez más importante.
Ventajas del reciclaje de placas solares
Por un lado, como con cualquier otro producto, el reciclaje de los paneles solares permitirá preservar el entorno natural. Las células solares contienen metales pesados como el cadmio o el plomo. Si los paneles no se desechan de forma adecuada y se abandonan en vertederos pueden liberar toxinas dañinas para el medio ambiente y la salud humana.
Por otro lado, al reciclar los paneles solares recuperamos materias primas que no abundan en la naturaleza y que resultan fundamentales para fabricar nuevas placas. Se calcula que en 2050 la humanidad será capaz de producir 2.000 millones de nuevos paneles, el equivalente a 630 GW de energía, a partir de materiales reciclados sin necesidad de extraer nuevas materias primas. Asimismo, al reaprovechar elementos, aliviamos potenciales problemas de suministro en las fábricas y, en último término, reducimos el coste de la energía solar.
Tictacsolar apuesta por instalaciones fotovoltaicas con los mejores paneles solares del mercado para alargar su vida útil al máximo y generar los menos residuos posibles a largo plazo. En Tictacsolar queremos trabajar contigo para que puedas beneficiarte de todas las ventajas de la generación de energía solar en tu hogar.